Soy profesor de Educación Secundaria en la comunidad de Castilla y León (por el momento). Licenciado en Historia (obviamente imparto Ciencias Sociales) e historiador (he publicado varios artículos y tengo pendiente la finalización de mi tesis doctoral), siento constantemente la necesidad de expresar mi opinión a pesar de que pueda no interesar a nadie. De momento sólo lo hacía oralmente o mediante algún artículo periodístico, pero he decidido ahora aprovechar las ventajas de Internet para hacerlo de una manera, espero, más frecuente y personal.
Hablaré, o mejor, escribiré, sobre multitud de temas, desde política o Historia, a cine o música; básicamente sobre cualquier cosa o asunto que se me ocurra o excite mi inspiración.
Obviamente no soy un crítico profesional; cuando escriba sobre cine no podré decir si los planos usados por el director tienen infuencias del neorrealismo italiano y, cuando lo haga sobre literatura, dificilmente podré extenderme en cuestiones estilísticas. Sin embargo, se perfectamente qué cosas me gustan y cuáles no, sobre eso versarán mis reflexiones. Si hablamos de Historia, la cosa cambiará...
Quienes me conozcan se extrañarán del nombre de usuario que aparece en este blog y se preguntarán por qué escribo bajo seudónimo. Son varias las razones. La primera es la necesidad de anonimato en la red que tiene un profesor de secundaria que no quiere ser constantemente espiado por las hordas de adolescentes a las que educa. La segunda es más personal; el nombre es verdadero y el camuflaje sólo está en el apellido. Los míos son muy simples (aunque no piensen que tengo algún tipo de complejo heráldico de inferioridad ), por lo que utilizo el de mi abuelo y así le rindo homenaje. Hay una tercera; y es que siempre me ha parecido llamativa la tendencia a utilizar alias o seudónimos, cómo lo hizo un personaje al que he estudiado en profundidad y que ha llegado a formar parte de mi vida: don Luis de Sosa y Tovar. Sobre este personaje hablaremos largo y tendido, por lo que pronto cualquier interesado conocerá mis apellidos verdaderos que, como ya he esplicado, no tengo intención en ocultar.
Espero que este modesto espacio sea de interés para, al menos, unas pocas personas, así como espero disfrutar yo mismo con su realización.
